jueves, 18 de septiembre de 2008

Las grandes leyes del libro gordo

A la espera de poder afirmar "VICTORIA!!!!" (porke el maldito hijo de mala madre del bosé de la estadístika no se decide a colgar las notas, mala ruina le kaiga y se quede aún más kalvo), y ante la proximidad de las klases, voy a enunciar las leyes del libro gordo:

1. Primera ley del libro gordo:
Kuanto más gordo y sesudo es un libro, más estúpidos serán todos sus ejemplos, koncluyéndose de akí ke no te servirán de nada.
2. Segunda ley del libro gordo:
El único tema ke no aparece en el libro gordo es akél del kual no tienes apuntes

Sí, lo sé, son krueles, pero ciertas.

Salud y libertad

martes, 9 de septiembre de 2008

A menos de 48 horas de la....VICTORIA!!!!!!!!!!!!

Tras una semana estudiando estadística sin parar, y convaleciendo de mi habitual enajenación pre-examen, se me plantea una pregunta existencial:

-¿Ké son los números índices?

a) números ke te eskribes en el dedo índice y ke sirven para saber si suben o bajan los precios reales

b) números ke te señalan kon el dedo índice mientras se rien de ti porke vas a suspender estadístika (según todas las estadístikas y lo analices komo distribución de Poisson o Binomial)

Se admiten apuestas

sábado, 6 de septiembre de 2008

La historia del hombre que se cayó escaleras arriba

Había una vez, y esto puedo jurarlo, un hombre en Düseldorff al que le ocurrió una de las más insólitas aventuras que le hayan acontecido jamás a hombre alguno. Sucedió que un día, cuando entraba en un centro comercial, tropezó y se cayó escaleras arriba. A él este hecho no le causaba extrañeza en absoluto, ni tampoco a sus convecinos, pues era algo que le sucedía a menudo.

Sin embargo, hete aquí que estaba de paso un forastero a quien la poco convencional caída del hombrecillo llenó de fascinado asombro. “¡Cómo es esto posible!”, pensó el forastero, mientras sus ojos se agrandaban y ensanchaba su sonrisa en gesto de total arrobo- ¡Un hombre que rueda escaleras arriba!, ¡Esto es un filón!. Pues ocurría, queridos lectores, que el forastero era productor de películas de considerable éxito y fama mundial.

Ni corto ni perezoso, el productor se acercó a nuestro amigo y le confesó su extrañeza, a lo que el hombrecillo contestó con amable naturalidad que era algo que le ocurría desde niño. “Tengo una oferta que hacerle”, dijo entonces el productor.

Resulta que en sus películas había gran cantidad de escenas en que gente rodaba por las escaleras, y esto le costaba un gran trabajo; pues han de saber, queridos lectores, que en aquella época las cámaras sólo grababan hacia atrás, de modo que para que en la película se viera andar a los personajes, en el rodaje éstos debían caminar hacia atrás. ¡Imagínese el lector lo difícil que era grabar a alguien que cayera por unas escaleras!.

Una vez se lo hubo explicado, el hombrecillo se prestó muy gustoso a ayudar al forastero; así pues, hizo sus maletas y marchó a París, donde alcanzó un gran éxito gracias a su singular habilidad.

Keda inaugurado este pantano!

No, trankilos, no ha vuelto nuestro amigo paco, simplemente abro este blog a consecuencia de mi terrible miedo a Elisa, ke me acecha kon un remo, y a ke estoy más aburrida ke una seta el dia de año nuevo (sí, se aburren especialmente ese día, no preguntéis por ké, pero a mi también me pasa).
En fin, lo dicho, a partir de ahora colgaré aki mierdas varias.

Salud y Libertad